Aunque no lo crean, cuando empezamos a sentirnos más seguros y confortables en una relación, también se vuelve más difícil el mantenerse saludable.
A continuación, les contaremos el por qué de eso y claro, cómo combatirlo con los 5 Secretos para perder peso juntos. ¡Imperdibles!
Primero: Comemos fuera… Todo el tiempo
Cuando estamos solos, la tendencia es quedarse en casa y comer algo saludable, pero una vez que empezamos una nueva relación, empieza la cadena de las cenas románticas, seguidas por las comidas extra calóricas, los almuerzos abundantes, etc. ¡Y esta bien! Las parejas se conectan a través de la comida y el disfrutar ese tiempo, se ha convertido en casi un ritual, en toda relación.
Ahora, ¿Que tal si nos animamos por comer en casa? ¿Hacer del ambiente algo muy íntimo y sensual, además de tomar el control sobre las calorías que vamos a ingerir? Y bueno, de no poder hacerlo con frecuencia, ¿Que tal comer un pequeño snack (aperitivo) antes de salir? Algo que contenga proteína y fibras, como un yogurt bajo en grasas, una fruta o un pequeño tazón de cereales con leche descremanda. En fin, algo que nos permita llegar a la mesa, sin la necesidad de devorar todo lo que se nos ponga en frente.
Segundo: Estamos siempre en cama
En cama o en el sillón o en cualquier lugar, menos en el gimnasio. Y es que, según diversos estudios, las parejas que viven juntos por dos o más años, tienen menor tendencia a ser físicamente activos y las mujeres, una mayor a volverse obesas.
La solución… ¡Hacerlo partícipe! Pues está probado que aquellos que ejercitan en pareja, pierden más peso que quienes lo hacen solos. Es más, hagamos de ésto algo divertido, como salir juntos a montar bicicleta o ir al mismo gym. ¡Cada uno le dará fuerzas al otro!
Tercero: Lo igualamos bocado a bocado
Claro, es difícil quedarse en pequeñas porciones cuando nuestro compañero puede consumir de 500 a 1,500 calorías más por día. ¿O no? Desarrollamos lo que se llama «distorción de porciones». En otras palabras, se nos hace imposible reconocer un tamaño «normal», cuando a nuestro lado, ingieren enormes platos de comida. Y esta bien, el organismo del hombre (con mucha mayor masa muscular que el nuestro), está diseñado para quemar esas calorías extra.
Así que, no queda de otra que, servirnos menos. Comer 3/4 de lo que él come, pues lamentablemente, quemamos 26% menos de calorías que ellos.
Cuarto: Sus Snacks son nuestros Snacks
Un poco más de lo anterior, incluyendo que está probado que las mujeres tienen más tendencia en adoptar los hábitos alimenticios de su pareja, que vice versa.
Por lo que hay dos opciones: Podemos servirnos una cantidad mucho menor de lo que él está picando (papitas, doritos, et.) en un plato y comer de allí. Puess comer de un mismo recipiente es igual a desastre total! O también podemos optar por una alternativa baja en calorías que tengamos a mano, como pop corn sin mantequilla (de esa para microondas) o helado light, etc.
Quinto: Somos felices
Por fin encontramos a nuestra media naranja y nos acepta tal y como somos, pero… ¿Que hay de seguir cuidándonos?
Recuerden que mientras estábamos en «la búsqueda», no faltábamos al gimnasio, ni excedíamos mucho el régimen; por lo que, si bien ahora no vamos a volvernos obsesivos con cada caloría consumida, no hay que dejar que los malos hábitos nos ganen. Sobretodo, porque está probado que una vez pasados los tres kilos, nuestro peso puede continuar en ascenso tan rápido con un tren descarrilado.