Mejoramos nuestros hábitos, empezamos a comer sano e incluso hacemos algo más de ejercicio y sin embargo, los kilitos extra siguen aumentando? Pues, es tiempo de echar un ojo a éstas 5 Increíbles Razones por las que Subimos de Peso. ¡Quién lo hubiera creido!
Y es que, según la Doctora Michelle May (autora del libro «¿Tengo hambre? Qué hacer cuando las dietas no funcionan»): «El aumento de peso es algo muy complicado, existen muchos factores que pueden influenciar en él. Es más una combinación de cosas que tan sólo un factor».
A continuación, las 5 Increíbles Razones por las que Subimos de Peso cuando menos lo esperamos.
- Podemos ganar peso por falta de sueño
- Podemos ganar peso debido al estrés
- Podemos ganar peso debido a los medicamentos
- Podemos ganar peso debido a una afección médica
- Podemos ganar peso debido a la Menopausia
De acuerdo con la autora mencionada, nuestro cuerpo trabaja mejor, cuando está descansado. En sus propias palabras: «Cuando uno no logra el suficiente reposo (sueño), el cuerpo experimenta un estrés psicológico, bioquímico y almacena grasa con mayor eficiencia».
Es más, cuando estamos cansados, tampoco manejamos muy bien el estrés y podemos hallar un modo de desfogue en los alimentos. Más aún podríamos estar ganando calorías extra, gracias a los antojos nocturnos (pues muchos piensan que comer es de gran ayuda para retomar el sueño).
May sugiere: «Aumentar 15 minutos a nuestro ciclo de sueño y ver el resultado». «Seguir experimentando con incrementos de 15 minutos por vez, hasta llegar al tiempo ideal».
Vivimos en una sociedad que siempre demanda más de nosotros y como consecuencia, el estrés llega para ayudarnos a superar estas expectativas, pero también para afectar nuestro humor y emociones.
Recordemos que el estrés es una respuesta para afrontar situaciones exigentes, las cuales pueden ir desde librar innumerables responsabilidades o presiones financieras, hasta enfrentar peligros físicos y por ende, pone a nuestro cuerpo en estado de alerta o sobrevivencia. Por lo que durante estos episodios de estrés, tendemos a acumular energía (asimilar más), disminuir nuestro metabolismo y liberar químicos (cortisol, leptina y hormonas).
Susan Bowerman, directora asistente del Centro de nutrición de UCLA, asegura que los que comen por estrés tienden a ingerir alimentos altos en carbohidratos, pues estos incrementan la seronina en el cerebro, produciendo un efecto calmante. Afirma: «Es como auto medicarse. Muchas personas se atiborran de comida chatarra porque los hace sentir mejor».
Así que el mejor consejo es, encontrar la verdadera causa del estrés, además de practicar técnicas de relajación y ejercicios, que de paso nos ayudaran a quemar calorías.
Algunos medicamentos, usados para tratar la depresión, desordenes leves de humor , ataques, migrañas, presión arterial y diabetes, pueden causar el aumento de peso; desde un pequeño cambio, hasta casi 5 kilos por mes. Algunos esteroides, reemplazos hormonales e incluso anticonceptivos orales, pueden también causar serios incrementos. Vale considerar esta opción, cuando se aumenta de 3 a más kilos por mes, sin haber realizado cambios significativos en el estilo de vida.
En palabras de May: «Todos los medicamentos trabajan de forma diferente al momento de producir un aumento de peso, ya sea al aumentar el apetito, alterar el modo en que se acumula la grasa e incluso cambiar los niveles de insulina. Y no todos los medicamentos tienen el mismo efecto en todas las personas».
Por lo que si creemos estar en este caso, lo recomendable es acudir a nuestro tratante, comentarle nuestras sospechas y peguntarle si puede cambiar nuestra prescipción. DE NINGUN MODO DEJAR DE MEDICARNOS.
Pero sobretodo, recordar que tal vez valgan la pena esos kilitos extra, a cambio del alivio que otorga nuestra medicación. Quién sabe, tal vez sea suficiente aumentar un poco nuestra actividad física.
La afección medica más común que puede causar el aumento de peso es el hipertiroidismo. Una deficiencia hormonal que disminuye nuestro metabolismo, causando pérdida de apetito y aumento de peso. Dentro de los síntomas, está el sentirse fatigado, letargico, hinchado, con voz constantemente ronca, tener intolerancia al frío, dormir mucho o tener muchos dolores de cabeza.
Es muy sencillo determinar si sufrimos o no de hipertiroidismo (al igual que cualquier otra afección médica), así que vale la pena examinarnos en caso de dudas.
Una condición aún más rara es el síndrome de Cushing, un desorden causado por el exceso de la hormona cortisol y que también puede resultar en aumento de peso.
Las mujeres alcanzan la Menopausia en diferentes rangos de edad, pero casi siempre entre los 45 y 55 años, cuando por lo general son menos activas (físicamente hablando) que en su juventud. Por lo que, con el pasar de los años deviene un natural descenso del metabolismo, además de cambios hormonales, mayor apetito y asimilación, depresión y poco sueño.
Cuando las mujeres atraviesan la Menopausia, pierden estrógeno, causando un cambio en su figuras (usualmente en la proporción entre caderas y muslos vs. cintura ). Pues al perder estrógeno, la grasa tiende a depositarse más en la sección media (como en el caso de los hombres), apareciendo el conocido «rollito» o «llantita».
Y aunque no lo crean, la clave está en una mayor actividad física, incrementar la quema de calorías al máximo. Realizar ejercicios que no sólo ayuden a este propósito, sino también a fortalecer los huesos (que suelen verse afectados con la menopausia), acompañado de una dieta sana y controlada en calorías, rica en calcio y vitamina D.